Tánatos se reiría a gritos viendo como espero en la peluquería a que condenen a mi mejor amigo a un experimento homosexualoide, mientras en el aire suenan los acordes de Miranda!, ícono de la música trasandina pasiva y con webcam.
En el intertanto mis pulmones se llenan de sustancias sospechosas en el anhelo de mi estómago casi vacío. Salivando como un perro y furioso como un granizo del tamaño de una roca que va a terminar su carrera en el pavimento sucio.
¿Será verdad que mi amigo le presta la cabeza a estos pseudoproyectos de mujer ninfómana con afanes de diosa etrusca?
Me dice que si, en su vernáculo oriental que ni su madre entiende. Debo confesar que a veces me lo he imaginado en trajecillo de sailor scout que lucha por por el amor y la justicia, y es raro el contraste de la falda corta y las piernas peludas.
Si! Son las mismas mariposas del lugar de un tal 'Dragón Milenio', el Sharli pas discotek!
Yo estuve en la Looneyversidad (¿Nunca viste Tiny Toons?) pololeando con alguien raro por internet, más bien 'Queer', pero lindo como él sólo...A mi amigo lo abandonó su tamagotchi y está cagado de la risa; de hecho, fuimos juntos al Diana y le vi bailar DDR (¿O era Pump It?) como colegiala con ladillas en el culo.
Afuera llueve como siempre.
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