viernes, junio 23, 2006

SUBURBIA. LUGAR DE MERCENARIOS.


Voy al computador con pasos lentos, casi cautelosos. No sea que en el camino se me pierda algun minuto de ensueño o alguno amnesico que, jugueton, trata de buscar la salida en el laberinto neuronal aun alucinado por la Bendición Verde.
Mi dedo, obedeciendo al instinto, presiona el boton, que como un timbre, abrirá la puerta de aquel mundo catódico y binominal (por favor, teléfono, no suenes, este es un segundo de placer infinito).
Como en un orgasmo, el mecanismo funciona en base a una serie de gemidos sugerentes.
Jeje, la subjetividad en pleno...
Ahora todo es simple: tomar asiento, ajustar el cinturón y viajar...
Un letrero reza: Bienvenido a Suburbia...¡¿Suburbia?! ¿Qué clase de nombre es ese?!
Entonces de la nada, una voz me dice que revele mi identidad, pero a la vez pienso que los personajes secundarios son imprescindibles para una historia de ficción y una a una comienzan a caer las letras de la palabra que me identifica.
BEORC: Crecimiento por el dolor, capacidad de rescilencia frente a las inclemencias de la vida.
EH: El caballo y la nobleza, la magnificencia de un alma perseguida por ser dios.
LAGUZ: El agua, la intuición y la versatilidad. (Abrir los ojos en una noche de luna y ver tu rostro mientras sudas sobre un cuerpo ajeno)
SIGEL: El amanecer traerá el sol, el sol alumbrará el camino, los peregrinos marcharán cantando.
ANSUR: Herencia de bardos, cortar el corazón en pedazos y descubrir LA PALABRA, pero no cualquiera, ESA PALABRA, la mía, la que comparto con mis camaradas frente a un vaso e oscura cerveza.
KEN: El fuego interno y el entusiasmo, aquello que me diferencia de un títere, el fuego que nace de mi, transmutado y destruye los obstáculos.
Abriré la puerta, en silencio, como entrando a un templo, de pronto las luces me encandilan...
Me encuentro parado en medio del mundo y miles de letras bailan a mi alrededor -Welcome to Tijuana. Tequila, sexo y marihuana- y me pierdo entre las ofertas de mil chacales hambrientos por un trozo de piel fresca. Asimismo, mil edades corren como olas: 16, 45, 150, 21...jeje, no puedo evitar sonreir mientras esgrimo algunos argumentos capciosos para seguir paseando...
A mi, en lo personal, me gustaria un sujeto rudo, como los de las películas de antaño, que me desnude de un tirón y me hable palabras sucias al oído. Que me muerda y me caliente con sus manos rudas.
Y...
QUIZAS ESTA NOCHE ME QUEDE CONTIGO.

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